Para seguir este plan, ya debes haber corrido una carrera de 10 kilómetros en menos de 45 minutos.
Lo ideal es que programes tus sesiones los miércoles, sábados y domingos para equilibrar mejor tu semana.
Cada semana realizarás trabajo de velocidad en distancias cortas (Velocidad Aeróbica Máxima), una sesión a ritmo específico (15,3 km/h = 3 min y 55 s) y dos sesiones de resistencia.
En las sesiones rápidas, debes encontrar el ritmo que te permita hacer todas tus repeticiones a la misma velocidad.
Si no puedes mantener el ritmo de carrera indicado, puedes recurrir al plan «Correr 10 km en 45 minutos».
Si los ritmos indicados te parecen demasiado fáciles, siempre puedes elegir un plan más ambicioso.
También puedes mantener este plan adaptando las sesiones a tu ritmo específico.
Con la sucesión de sesiones y los esfuerzos realizados, puede aparecer un poco de fatiga.
Cuídate, ponte ropa seca después de correr, sigue nuestros consejos nutricionales, mantén unos hábitos de vida saludables ¡y todo irá bien!
Después de una semana más ligera, retomaremos el trabajo de VAM.
Las fracciones de esfuerzo son más largas, ¡cuidado con controlar bien los ritmos y no empezar demasiado rápido!
Penúltima semana de entrenamiento, mantenemos 2 sesiones a ritmo específico, el running se acortará para no causar fatiga.
El entrenamiento se aligera para llegar con frescura a la salida de la carrera.