Vamos a comenzar el plan con una alternancia entre correr y caminar para que tus músculos y articulaciones se acostumbren a un esfuerzo poco intenso y progresivo.
A medida que pasen los días y vayas progresando, llegarás a correr 20 minutos sin pararte.
Pero esto es solo el principio, no habrá que quedarse ahí y será necesario seguir un nuevo plan para progresar y superar nuevos desafíos.
Idealmente, realizarás tus entrenamientos los miércoles y domingos para dar tiempo al cuerpo a acostumbrarse a este nuevo deporte.
Antes de comenzar, haz que tu médico de cabecera te haga un reconocimiento médico para asegurarte de que no padeces ninguna contraindicación médica que te impida efectuar los esfuerzos físicos que requiere correr.
La parte más difícil es comenzar, ¡pero estamos aquí para ayudarte y alentarte!
¡Mantente motivado y progresarás!
No intentes ir más rápido, los tiempos de carrera aumentarán de forma gradual.
Las fases en las que se corre durarán más de 1 minuto, ¡no empieces demasiado rápido!
Al final de esta semana, podrás correr durante 10 minutos sin pararte.
¡Mira cuánto has progresado desde tu primera sesión!
Si has seguido bien el entrenamiento, ya lo tienes, deberías poder correr 20 minutos sin pararte.
¡Lo bien que sienta correr!